El DETOXIFICADOR IÓNICO, trabaja a nivel electrolítico, llevando a cabo
un proceso llamado ionización, mediante el cual se rompen las
moléculas del agua que se encuentran en el recipiente donde se colocan los
pies, separándolas en miles de iones.
Estos iones creados generan una
reacción química vigorosa entre aniones y cationes. Por ósmosis una gran
cantidad de aniones (iones negativos) penetran las diferentes membranas
del cuerpo y al encontrarse con iones positivos, es decir, con toxinas
adheridas a los diferentes tejidos corporales como piel, órganos,
etc. la carga negativa de los aniones neutraliza la carga positiva
de las toxinas o cationes.
Al
ser neutralizada la carga positiva de las toxinas, estas se desprenden
de los tejidos a los cuales estaban adheridas, y son extraídas del
cuerpo por ósmosis y difusión facilitada a través de los pies. El
cuerpo, al reconocer el proceso de desintoxicación que se está llevando a
cabo, coopera incrementando el metabolismo, acelerando la actividad
celular, segregando varias clases de enzimas, y apresurando la función
de eliminación de los diferentes órganos escritorios, particularmente
del hígado.
Además de lograr eliminar una gran cantidad de toxinas del
cuerpo, le proporcionará una gran cantidad de iones
negativos. Si recordamos que los iones negativos son los que hacen
sentir en paz, relajados, sanos, alerta, etcétera, entenderemos porqué nos
sentimos más ligeros, lúcidos y relajados después del tratamiento.
La
vida y salud de un ser humano está caracterizada por la cantidad de
electrones que conllevan las moléculas del organismo. Se supone que una
persona sana tiene que contar con un 80% de iones negativos (aniones) y
un 20% de iones positivos (cationes).
Hoy en día se sabe que todas las enfermedades tienen un factor en común:
acumulación de toxinas. En realidad, cualquier enfermedad es solo el
resultado de una acumulación de toxinas. Nuestro cuerpo se sentirá más ligero después de la sesión,
nuestra mente pensará más claramente y tendremos un mayor sentido del
bienestar, preservándonos de alteraciones padecidas por el organismo debido a las toxinas.
¿Como podemos saber que el cuerpo humano contiene exceso de toxinas?
Un exceso de cationes en el cuerpo produce reacciones
externas como espinillas,
obesidad, piel áspera, piel floja y carente de elasticidad y reacciones internas como puedan ser fatiga,
indigestión, falta de apetito, dolores de cabeza y vértigos, pobres
reflejos, debilidad, resfriados contínuos y estreñimiento frecuente, malestar
de intestinos y estómago, distensión y dolor abdominal como dolores
musculares e irritabilidad.
Qué son las toxinas?
Son
desechos y residuos provenientes del metabolismo. La presencia de
pequeñas cantidades de toxinas en nuestro cuerpo es perfectamente
normal, dado que en su funcionamiento el organismo produce desechos.
El cuerpo en su proceso metabólico de degradación de los
alimentos (azúcares grasas y proteínas), da origen a residuos tóxicos,
que son aceptados por el organismo mientras no sobrepasen un determinado
umbral. Pasado este límite esta sustancia representa un verdadero
peligro para el cuerpo.
Al
constituir los alimentos la principal fuente de toxinas, se puede ver
la importancia de adaptar el consumo de alimentos a las necesidades
lógicas de cada organismo. Mientras los alimentos están adaptados a la
capacidad digestiva, de combustión y eliminación del organismo, no
habrá acumulación de toxinas, es decir, una saturación generadora de
enfermedades.
La sobrealimentación no conduce solo a la obesidad, como
se suele creer. La acumulación de grasa es solo un aspecto de
sobrealimentación. También es posible que se acumulen toxinas sin que
haya un aumento de peso notable.
Por
lo tanto, la acumulación de toxinas es más peligrosa que la
obesidad. Estas toxinas, como lo indica su nombre, tienen cierta acción
dañina sobre el cuerpo. Hoy se consumen cantidades excesivas de
alimentos, esto se explica, entre otras cosas, por el hecho de que
estos han sido despojados de sus elementos vitales por los múltiples
procedimientos de refinación que experimentan. Es decir que hoy se
tienen que consumir más alimentos que en el pasado para cubrir las
necesidades diarias de vitaminas, minerales y el oligoelementos. La
intoxicación sólo debería ser un hecho accidental y raro.
Por
desgracia, la exposición a sustancias tóxicas que contaminan el medio
ambiente y los alimentos, es un hecho cotidiano. El envenenamiento que
sufren los cultivos agrícolas como la cría de animales utilizando
hormonas y antibióticos, la contaminación del aire del agua y de los
suelos, provoca que se pierdan las propiedades nutritivas que
poseían.
A la
contaminación ambiental se agrega la contaminación voluntaria producida
por los tratamientos y usos de insecticidas, herbicidas, fungicidas,
conservantes, tabaco, alcohol, cosméticos, aditivos, medicamentos,
etc. Todos estos químicos penetran en el organismo:
- por aire en el pulmón:
humo de tabaco, chimeneas, vehículos, calefacciones, fábricas.
- Por
la piel, por ejemplo: polvos, cremas, tintes para el cabello como
algunos cosméticos como jabones para lavavajillas como blanqueadores.
Por el intestino: aditivos, conservantes, químicos y fertilizantes de fruta y verdura, nitratos y fosfatos.
La
desintoxicación periódica y constante es esencial para mantener la
salud y evitar enfermedades ya que hoy en día estamos expuestos a una
gran cantidad de toxinas.
Ionización
Ionización quiere decir disociación del agua, ruptura de las moléculas
de agua. El agua normalmente es transparente, pero cuando se rompen sus
moléculas, toma color de óxido. Se suceden dos fenómenos cuando la
molécula a través de la ionización se separa en dos partes: de
un lado la molécula abierta se recombina con todos los elementos que
encuentran en el agua: los casuales como talco, pomada, sudor, tierra, polvo,
impurezas del agua y los que vienen desde dentro del cuerpo como son
sodio, potasio, cloro, urea, grasas, etcétera.
Todo esto crea, en
presencia de los pies en el agua, la formación de un color
diferente en cada tratamiento individual. La otra parte de la molécula
de agua disociada, penetra como cargada positiva o negativamente en el
cuerpo humano, creando las siguientes efectos dos puntos:
- reflexología, masaje en puntos energéticos.
- estímulo bioeléctrico al sistema nervioso que se convierte en poco tiempo a nivel bioenergético como reflejando un aumento de la energía vital de cada órgano.
- estimulación y activación de los meridianos acupunturales.
- Drenaje de la sangre y del sistema linfático en todos sus elementos y residuos tóxicos por el proceso de ósmosis y difusión facilitada.
- Tanto en los campos bioeléctricos del cuerpo humano alterados como en los perfiles energéticos no equilibrados se obtiene un gran cambio energético y de balance después del tratamiento.
- Retorno paulatino del cuerpo a un estado de balance ácido/alcalino, permitiendo un óptima descanso nocturno, una reducción considerable del estrés, un aumento de la energía y del metabolismo del cuerpo.
La
ionización del agua se utiliza para purificar, cuando se aplica
ionización, a un agua con impurezas, todos los
elementos presentes se precipitan en el fondo del contenedor del
líquido, dejando en la superficie un agua pura al 100%.
Cuando
ponemos los pies en un recipiente con agua ionizada, en nuestra sangre y
nuestro sistema linfático todos los residuos empiezan a precipitarse,
tanto los elementos que se encuentren en exceso, los residuos tóxicos o
químicos, como substancias oxidadas adentro del organismo y de las
células.
¿Cómo actúa?
El dispositivo genera
una corriente continua que pasa entre dos electrodos sumergidos en un
conductor electrolítico. Los electrodos son construidos con una forma
especial para optimizar el uso en un área específica.
Se realiza sumergiendo los pies en el recipiente con agua donde se aplican los electrodos. Los pies
poseen muchos poros, dos mil en cada pie, que ofrecen un punto de
aplicación al mismo tiempo eficaz y sencillo.
Apenas
se enciende el dispositivo, comienzan a formarse burbujas de gas alrededor de los
electrodos. Al sumergir los pies en el agua del recipiente, estos
se transforman en una especie de extensión del agua corporal, separada
solamente por una membrana sutil, la piel.
El factor pH
El
sistema sanguíneo en los seres humanos tendría que mantener valores
entre pH 7,3 y pH 7,5, el sistema de la homeostasis. El equilibrio
ácido/alcalino del cuerpo es importantísimo, para mantenerlo nuestra
dieta
tendría que estar constituida por alimentación 80% alcalina y 20%
ácida. En realidad pasa exactamente lo contrario.
El
pH es una medida de la acidez o alcalinidad de una sustancia. Es
medido en un rango de 0 a 14, mientras más bajo es el pH más ácida a
la solución, mientras más alto el pH más alcalina o básica la solución.
Cuando una sustancia no es ácida ni alcalina tiene un pH 7 que es
neutro. El cuerpo se esfuerza por equilibrar el pH continuamente cuando
este
equilibrio se rompe, puede causar muchos problemas de salud y
degenerativos como la mayoría de las veces.
Las
personas que tienen el pH desequilibrado, obligan a su cuerpo a pedir
prestado minerales, incluso el calcio, sodio, potasio y magnesio de
los órganos vitales y huesos, para de neutralizar el ácido. Debido a
esta tensión , el cuerpo puede sufrir graves problemas y puede ir
prolongando el
daño de manera paulatina, debido a la acidez alta, una condición que no
siempre es detectada oportunamente
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