El
tiempo que dedicamos a dormir es una tercera parte de la vida humana.
En nuestro país la esperanza de vida llega actualmente hasta los 84
años, con lo que el período que podríamos pasar durmiendo alcanzaría los
veintiocho años.
Los sueños son un espejo donde podemos contemplar
algún aspecto de nuestra vida o del inconsciente, un escenario para
ensayar posibilidades de expresión externas, una ventana de oportunidad
para el autoconocimiento.
El enfoque que también queremos ofrecer es
el de la dimensión superior de los estados de conciencia que se
manifiestan en el proceso del sueño. Como se expone en el apartado
"Antecedentes Históricos del Sueño", desde la antigüedad, son varias las
religiones, prácticas espirituales y estudios sobre la Conciencia, que
se refieren a los estados trascendentes durante el sueño, la mayoría señalan que existen grados o niveles de conciencia superiores.
Desde
la toma de conciencia en un sueño lúcido podemos pasar a una proyección
astral, que es una habilidad que permite a la conciencia del individuo
desprenderse temporalmente del cuerpo físico y viajar a través de
dimensiones no físicas, permitiéndonos acceder, desde la ética y moral, a
otros planos de realidad , aprender más sobre la vida después de la
muerte, tener encuentros con nuestro guía espiritual, identificar
nuestro propósito de vida, recordar vidas pasadas, tener encuentros con
los seres queridos que trascendieron, aumentar nuestras capacidades
psíquicas, equilibrar nuestras energías y autodefensa psíquica, etc. No
es solo un concepto esotérico, sino una herramienta poderosa para el
autoconocimiento y el crecimiento espiritual.
EVIDENCIAS DE CIENTÍFICOS SOBRE EL ALMA
Desde la antigüedad se ha investigado sobre el alma y a quienes
tenían potencialidades psíquicas que trascendían lo común. En un
principio, investigadores independientes fueron los que comenzaron el
estudio del potencial humano. Posteriormente se unieron en sociedades
privadas de científicos, que fueron extendiéndose por Europa, Estados
Unidos y la antigua Unión Soviética, así como otros países del Este. Al
obtener evidencias, las investigaciones llegaron a las Universidades,
donde los científicos más prestigiosos de los países avanzados,
realizaron experimentos en laboratorio de los que pudieron obtener gran
cantidad de pruebas.
Al comprender la importancia de estos
descubrimientos, también se llevaron a cabo investigaciones en centros
privados, con tecnología creada a propósito para estudios concretos,
como la transcomunicación instrumental o bioelectrofotografía del campo
energético humano. Además, algunos incluso ofrecen recompensas en
metálico y becas para los estudios que proponen, con el objetivo de
demostrar la existencia de potencialidades de la conciencia e incluso la
continuidad de la vida después de la muerte del cuerpo físico.
Actualmente, la mayor parte de los centros privados de investigación,
han optado por extender el conocimiento adquirido a través de prácticas,
en las que los individuos pueden tener sus propias experiencias como
mejor prueba de la existencia de la conciencia y sus manifestaciones.
Los beneficios, que se citan en el libro, obtenidos de dicho
conocimiento, influyen tan positivamente en el ser humano y en la
sociedad en general, que merece una dedicación seria para obtener tan
magna recompensa.
En la vida de cada ser humano llega un momento en el que surgen de la
conciencia las preguntas básicas sobre el motivo de la existencia y en
ese momento de absoluta sinceridad con uno mism@, no sirven los dogmas o
las creencias, pues la necesidad traspasa esas barreras y la respuesta
también.
Para poder abordar esa respuesta es necesario realizar ciertas
rectificaciones, modificando actitudes, de forma que podamos apreciar lo
que es evidente, sin ningún tipo de obstáculo; ya que la conciencia es
algo que existe fuera de nuestro control, independiente de nuestras
vidas personales, sin ligazón a la materia, que trasciende los límites
del espacio y del tiempo; y, en definitiva, ajena a nuestros sentidos
físicos.
Por lo tanto, la forma de interactuar con la conciencia es diferente a
la que utilizamos para relacionarnos con todo lo material, simplemente
porque difiere sustancialmente de todo.
Es conveniente comprender la
naturaleza humana en sus múltiples dimensiones: física, energética,
emocional y conciencial, para aprender cómo prevenir la enfermedad, con
hábitos de vida que permitan mantener nuestra salud y con tratamientos
preventivos como pueden ser acupuntura, homeopatía y técnicas de masaje,
así como ejercicios físicos, Tai Chi, Chi Kung, técnicas de relajación
para el organismo y fundamentalmente de interiorización para el
desarrollo de la Conciencia.
De esta forma cada individuo se hace
responsable de su salud y consciente de su existencia.
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alonso.formación@gmail.com